Asadero Restaurant Campestre Súper Pollo nace  para el 05 Marzo 2020 cuando empezamos con nuestro emprendimiento en Portoviejo nos dimos cuenta de la importancia de generar nuevos sabores y nuevas ofertas para el mercado Portovejense. Es por eso que trajimos la idea de incluir la cultura Portuguesa y venezolana en la receta. Haciéndonos diferentes a todas las ofertas. De esta forma hemos llegado a satisfacer a los clientes con una propuesta de valor tanto en precio como en sabor, en calidad y sobre todo en diversidad.

Con un pollo asado al carbón estilo campestre jugoso y con tradiciones con sabor para todos nuestros clientes y consumidores.

Al llegar la pandemia y la etapa del confinamiento do tuvimos la necesidad de reinventarnos pues hacia solo 11 días de haber emprendido. Durante el cual vendíamos diario 40 y 60 pollos en los días bien buenos, sin embargo al recién comenzar un negocio solo teníamos deudas y compromisos de pago.

Así que nos pusimos manos a la obra, empezamos a trabajar las redes y a bombardear de manera sistemática y así nos dimos a conocer a través de los amigos que ya habían probado, el boca a boca fue lo mejor. Las ventas crecieron y todo fue chévere. Pero al salir del confinamiento y querer volver a nuestro antiguo local nos encontramos con la sorpresa de que no nos arrendarían más. Así que nos tocó con los pocos o casi nada de recursos buscar ayuda y apoyo económico para avanzar y es así como con ayuda de algunos amigos pudimos dar un paso adelante consiguiendo un nuevo local y empezando desde 0.

Y es así como logramos hoy por hoy estar en este local que aún por fuera tiene el nombre del antiguo negocio, porque no hemos tenido para cambiar la publicidad pero eso no ha sido impedimento para accionar y trabajar en pro de nuestro emprendimiento. Aunque por fuera dice Restaurante niño Elías, por dentro somos súper pollo💪🏽. Por ahora solo tenemos 4 mesas de plástico y no tenemos sillas solo banquitos, si me preguntan por una anécdota les diría que cuando llega algún cliente cascarrabias y le digo: Hola que tal, pase adelante póngase cómodo. Me responden: ¿cómodo? En esos banquitos, como quiere  que me ponga cómodo sino tiene sillas. Yo suspiro y pido misericordia para el corazón de esa persona. Por qué no sabe todo lo que ha costado poder estar ahí con buena actitud y una gran sonrisa aunque no se me vea por el tapabocas y la careta.

Nos reinventarnos y poco a poco, día con día reaccionamos fuertemente ante las adversidades. Para producir más y mejor.